Perdidos entre vórtices, huracanes y delirios
se encuentran frente a frente
El recuerdo de sus nombres se mezcla en un aroma:
dulce néctar de canela y rosas frescas
Funden sus labios, en un siniestro acuerdo
Recorren el silencio con la punta de su lengua
descubren las palabras tatuadas en el alma
encuentran los sueños olvidados en sus piernas
recrean la historia inconclusa de un
rojo magenta
Es el trazo de dos cuerpos en deuda
que escribe versos con el elixir de un deseo
Así
renace la silueta de un cuerpo fundido
en fuerza y fuego
quien con la luna y el sol bajo su nombre
firma con un grito eterno
un pacto de silencio