martes, 14 de febrero de 2012

Del MRASH al AASH


Una convicción con 12 años de insistencia.
Podría empezar diciendo que un día como hoy de tal año sucedió equis cosa; pero, sería un embuste, los días nunca son iguales.
Hace 12 años fundamos (mi conciencia, mis cambiantes amigos imaginarios y yo) el Movimiento Revolucionario Antishalalalezco (MRASH). Su misión: atacar crispadamente a todos los cursi-pinkylovers-shalalas (curpinshas).  
La misión fue cambiando con los años, debo confesar que la necesidad de los curpinshas por apapacharse incesantemente ayudó. Se reproducen como conejos y van creando nuevas especies que exigen distintas e innovadoras formas de ataque.
En el MRASH nos dimos cuenta que antes de atacar, era necesario primero recuperar el sentido del amor y redefinirlo. Lo definimos como “aquello que recorre la entrepierna más allá del sexo en la emotividad de escuchar una palabra o una tontería compartida”. Como verán éramos un poco mamones y posers.
Años después, el interés de recuperar aquel sentido olvidado, se vio manchado por el anarquismo de todo movimiento revolucionario en evolución. Decíamos que el 14 de febrero era el día de la mentira y atacábamos sin distinción cualquier demostración sosa de afecto.  Igual de mamones, menos posers, más agresivos.  Como todo fuego revolucionario se fue apagando, la agresión se minimizó y nacieron las verdaderas ideas de cambio. En 2010 nos postulamos como románticos del siglo XXI: aquellos que aman con pasión cada segundo de sus vidas y se entregan en esa tarea emotiva y voraz de mantener el amor en sus vidas (propio o compartido). Al fin eliminamos la mamonería y el poserismo y convertimos la agresión en acción.
Así llegamos al día de hoy, donde humildemente aceptamos que el amor no puede definirse en palabras, que el 14 de febrero no es el único día en el que se miente y que es imposible darle un solo sentido a algo multiconceptual y trans-existencial.
Sin caer en una actitud Bartlebiana de “preferiría no hacerlo”, decidimos eliminar lo revolucionario. Hoy 14 de febrero de 2012 pasamos del MRASH al AASH (Asociación AntiSHalalalismo). Hoy, somos un conjunto de personas unidas con el fin de mantener el amor. Somos los neo-románticos que buscan rescatar la trans-existencia del amor ante los efectos corrosivos de los curpinshas.
El amor no es una tarjeta de $70 pesos que compras en Sanborns; ni una hora con 60% de descuento en un motel, de cuyo nombre no deseas acordarte; mucho menos es una palabra que repites, cual vendedor de cobijas en feria, a cambio de sexo. El amor es más y su definición es personalizada lejos de tanta mercadotecnia, falsedades, compromisos y costumbre.
De vez en cuando sorprendamos a nuestra pareja; uno que otro fin de semana, salgamos con nuestros padres; recordemos a aquel primo que la vida alejo de nuestra cotidianidad, pero que sigue siendo de nuestra familia; tuitemos algo al seguidor que siempre nos da #FF; frecuentemos a los amigos que diariamente vigilamos cual testigo lejano por el muro de Facebook; o hagamos las tonterías que nos nazcan desde nuestra esencia neo-romántica.
Los asociados del AASH amamos las 8784 horas del año, los 1440 minutos del día, lo hacemos a través de # en Twitter, fotos de Instagram, likes en Facebook y post en Tumblr; pero también lo hacemos regalando libros,  invitando cervezas, compartiendo pláticas en cafés o simplemente compartiendo silencios dolorosos con nuestros cuates de la vida.

¿Y tú? ¿eres curpinsha de tarjetas recicladas o un neo-romántico en busca de la trans-existencia del amor?